lunes, 8 de marzo de 2010

entre dos alicias y una montaña mágica



imaginemos una pequeña niña, pongámosle por nombre Alicia, ah! salvemos el paso de imaginarla con apellido polaco, digamos Wasikowska, no, imaginemos una pequeña mujer más literaria, con palabras entretejidas, en un mundo más literario y con palabras más entretejidas


ahora tomémonos de la mano, los ocho elegidos y el maestro, en busca de la montaña mágica, el lugar del cambio, donde residen los antiguos maestros, los dueños del conocimiento absoluto, ah! salvemos el paso de imaginar que la ruta es fácil de transitar


hay jardines, noblezas decadentes y letras, muchas letras, animales por doquier, lógica ilógica y un señor que NO se llamaba Carroll pero que SÍ tenía cierta...digamos "predilección" por pequeñas y gráciles niñas


maestros con planetas asociados, la guerra (contra los peruanos), el amor (a la máquina sexual), la belleza (de los nuevos elementos del arte), la muerte y la sangre, Tenochtitlán y los sapos españoles y los camaleones que esperan y la sangre que corre roja por calzadas antiguas


Alicia la grande, cruzando un espejo que la refleja, que le muestra una cara diferente, Pink Floyd hablaría del lado oscuro de la luna

y Cristo, o su reflejo cruza las calles del centro acompañado de un enano deforme, después sabremos que son ideas que fungen como lastre, de las que hay que deshacerse, lo acompañan miles de representaciones de él mismo, me saco un ojo y te lo doy pequeña prostituta


y Alicia la niña, la que confunde nombres y términos llega al término de la aventura, at the end of the rabbit hole...y después qué? ése Londres ya no parece el lugar que era...

y la compañía arriba finalmente a la montaña, hay alguien que es liberado no mediante la enseñanza, sino mediante el amor que es otro tipo de enseñanza, las Torres de Satélite lucen aisladas y anaranjadas, el maestro luce un atuendo blanco o negro?


pongamos que la historia proviene de un libro, pongamos también que me recuerdo una tarde de domingo leyéndolo hace algunos ayeres, sin embargo, eso no implica que ciertas preguntas hayan desaparecido... que pasa después de salir de la madriguera del conejo? todos somos nuestra propia Alicia pensé


y porqué tanto tiempo enlatada? 30 años es mucho tiempo, es cierto que el señor Jodorowsky y el señor Klein tenían sus diferencias.. pero el público fué quien más lo resintió, el pánico puede gustar o provocar naúseas...pero siempre provoca algo, eso me gusta


esta ciudad tiene sus secretos, más de una madriguera de conejo y muchos cristos y montañas sagradas, oí decir que aquí Kafka no sería surrealista, sería costumbrista, salí de mi casa y encontré dos-niñas-dos, arrastrando con cordeles unos recipientes llenos de ... exacto! yo tampoco lo sé, quiero seguir pensando que eran aceitunas o canicas o ... la realidad de esta ciudad una vez más rebasó la ficción del libro, de la película, de la imaginación más desbordada
si las niñas me hubieran dicho que se llamaban Alicia y que buscaban al gran maestro, es muy probable que yo no estuviera aquí, ahora, en esta noche, tan tranquilo escribiendo este retazo de blog

1 comentario:

  1. Delicatessen onírico de sabores color sepia.
    Lo dejaré añejando en un barril de roble, será una grata sorpresa al pasar por la Bermeja.

    ;)

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