Recibiendo las noticias de nuestro buen amigo Karl y su nueva aventura, tuve que regresar a recordar desde el hecho de como se abría mi cuenta en este blog. Es cierto, pocas han sido mis participaciones dentro del mismo, pero la verdad es que he disfrutado lo poco que he escrito y mejor aún la idea de saber que pasa con ustedes; así pues, decidí darme a la tarea de hacer una contribución con el objetivo de dar señales de vida.
Hasta donde yo recuerdo, la idea de que crearamos este blog, era principalmente saber que acontecía de nuestras vidas; la cosa es que siempre por causas que no deberían ser excusas, nos alejamos de esta bonita práctica, pero hoy vamos a hacer un recuento del año, por lo menos en lo que a mi respecta, ya de ahi, si gustan los invito a que hagan lo mismo.
De las cosas más interesantes es sin duda mi aventura por el viejo continente. Desde que migró el primero de nosotros a esas tierras prometidas y cuándo por los azares del mundo no pude acompañar a mis otros dos carnales del alma, el objetivo de ir a Europa se estaba volviendo más que un deseo en todo un reto por cumplir y que se logró este año. La idea de ir a una carrera ciclista simplemente fue un bonus que nunca esperé. Aquí, no sé si compartan la idea conmigo, pero cuándo uno disfruta tanto de realizar una actividad, uno sueña o anhela poder hacerlo con las mejores condiciones, más aún, si es un deporte. ¿Qué niño que juega futbol en la calle no sueña con pisar un día el cesped del estadio de CU? (porque no hay otro estadio, o ¿si?) ¿O que chavo de la prepa que juega en las canchas de basquet no disfruta el día que por fin pisa una cancha de duela? Pues al igual que ellos, ahora que practico el ciclismo, la idea de correr por Europa era, por un día, sentirme un profesional corriendo el Tour de France (aunque nada más entre a una zona de sus alpes).
La experiencia en si fue impactante y me transformó. El simpe hecho de enfrentar un reto de ese tamaño te cambia en muchos aspectos, te forja el carácter y si lo logras, por lo menos en lo que a mí respecta, me hizo más determinante. Para mí, ahora el ciclismo es como una especie de metáfora de la vida, por momentos vas en planito, no necesitas mucho esfuerzo para avanzar y puedes estar mucho tiempo en ese lapso, pero un día te llegan las pendientes, pesadas y difíciles de escalar, las que te hacen flaquear y dudar si quieres seguir en esa carrera, pero tu fortaleza mental debe darte para decirte: "una pedaleada más, una más" y así seguir avanzando poco a poco hasta que por fin y después de un gran esfuerzo llegas a la cima y luego de ahi, después de todo el esfuerzo que te costó subir, viene la bajada, que es llena de adrenalina, emocionante, divertida y en la que simple y sencillamente, te sientes vivo.
Esto es parte de lo que aconteció en este año, desafortunadamente ahora no tengo fotos que compartir, pero ya me daré el tiempo de hacerlo. Por lo pronto dejo hasta aqui mi recuento del año, si gustan y quieren, hagamos uno todos, yo prometo seguir con la parte 2 el día de mañana.
Saludos
Hércules amontonó un infinito de rocas entre el Golfo de Vizcaya y el Cabo de Creus. Dicen que como tumba homenaje a Pirene. El siglo del aceite de piedra se encargó de trazar y pavimentar los pasos de franceses, españoles y andorranos. Albricias por rodar esos caminos como si de una etapa del Tour se tratará :)
ResponderEliminarPor acá en Galicia, diario veo ciclistas pero los fines de semana las carrteras de la zona (carreteras costeras) se llenan de pequeños pelotones, y cuando los veo me acuerdo de mi amigo Iván.
Un abrazo empapado :)