La cordillera cantábrica vista desde Castilla es un parpadeo. La orografía cierra los ojos un momento, la yerma y ocre meseta se rompe y sus pedacitos apilan filos de piedra de montañas paredes. Al atravesar la cordillera aparece Asturias. Todo lo que toques con tus ojos se ilumina de verde. Un verde intenso, profundo. La cordillera y sus ríos van dando sitio a pequeños valles y estos a su vez albergan pueblos. Algunos pintorescos y outros non.
Marleen subió la cuesta a la vera de los manzanos, algunos de los burros pastaban allí. Junto a la huerta tenía el todoterreno. Encendió el motor, empezaba la agitación del fin de semana. Salió del paraíso del burro hasta Arobes y aparcó junto a la parada del autobus. Muy pronto se apeó un chico con una mochila, un viernes soleado en una mano y una pala en la otra. Era yo.
La hospitalidad reinó desde el primer momento. La charla vibraba a ritmo wwoofer, entre el holandes, el alemán, el inglés y el español. Cada uno pillaba lo que le tocaba. Poco después llegó Mark Eastgate nuestro facilitador.
Limpiando la finca unos helpxers habían encontrado 250 neumáticos. Lo que podía ser un problema se convirtió en la propuesta de emplear las técnicas del earthship building para construir dos muros. Fuimos convocados para ello. Finalmente sólo conseguimos construir uno. La tarea resulto más laboriosa, lenta, es inceible todo lo que cabe dentro de un neumático. Sin duda, lo que más disfruté de la técnica fue el rebocado, prepararlo y aplicarlo.
El momento de parar a comer era de lo más grato. Los alimentos deliciosos y el ambiente y la charla nutritivos. Dormíamos en nuestras tiendas de campaña arrullados por los autillos. Ha sido un fin de semana ideal para sembrar amistades!!!
Un abrazo
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