martes, 15 de mayo de 2012

ladrillos más, ladrillos menos

Llegamos con bastante tiempo, sin problemas ubicamos el lugar, por allá arriba, no en los lugares caros del frente, sino en ésas gradas de allá...
Desde épocas inmemoriales han existido corrientes, estigmas, rezos y formas de pensamiento en las cuales la mayoría se ha aglutinado y ha habido grupos de locos o necios que difieren de ésas ideas, que hallan el vacío, la desesperanza o la tristeza aún en momentos que a la mayoría les parecerían de lo más felices.

Ya sentados vimos pasar rostros, gente efusiva, las cosas comunes que se ven en ésos lugares...
Dejando de lado ciertos pasajes difusos, creo que mi niñez fué un período feliz y sin muchos contratiempos, para ése entonces ya la videocasetera Beta engalanaba la sala y junto con la televisión a colores era uno de los pasatiempos favoritos en aquélla casa.

De repente las luces se apagaron y comenzó aquello: esplendor y magnificencia, sonido e imágenes conjugados en un acto teatral del presente que evoca al pasado con atisbos de futuro...
Él reparaba mucho en cuanto a ella; por curiosidad decidí furtivamente verla una tarde, las primeras imágenes animadas nada tenían que ver con aquello a lo que yo estaba habituado, todo era confuso, extraño y ahí estaba ésa música, seguí viendo aunque no entendía gran cosa.

La vida de Pink que se va reflejando como una metáfora de la vida de cualquiera de nosotros, de los que no estamos conformes, ahí están los estragos de la escuela, los despechos de aquél amor, la vida que va pasando y todo eso contado con ése escenario que conozco desde hace mucho, pero mucho tiempo...
En ésa época rondaba la desesperanza, los años 70 habían acabado con las esperanzas de esos años 60 que ya lucían un poco lejanos, desgastados, demasiado optimismo fútil; eran años nuevos, alguien tenía que reflejar ése sentimiento: bienvenidos a los 80s.

Armados con cerveza y palomitas, escenas memorables en un acto compartido con otras miles de personas, otros ladrillos en ésa pared, la cual ya abarca completamente el escenario desde hace rato...
A partir de la adolescencia he tenido varias revisitas a la película, cada una con hallazgos importantes, dependiendo del humor, la novia en turno, la visión particular en ése momento, pero siempre he hallado algo, un mensaje, eso que se queda dando vueltas en la cabeza.

El final es majestuoso, impone el ritmo de la música y la visión de la gran pantalla, todos aplaudimos, estamos de pie...
No pensé que en el cuarto año alguien supiera de lo que yo hablaba, sin embargo Heriberto parecía entender buena parte de ése sentido y sinsentido, aquello creo que me marcó: decidí juntarme más seguido con Heriberto y darle otra oportunidad a El Muro.


Todos atisbamos algo de lo que se quiso decir?, hubo crítica al capitalismo, frases de Orwell enlazadas, un discurso entre y sobre las letras, sin embargo muchos hablaban del cerdo volador, de las luces, de la vista o de que no llovió...
Para mí no se trata de la música (aunque todo gira en torno a la música), no se trata de las letras (aunque lo que las letras dicen resuene profundo), no se trata de llenar foros o estadios (aunque fuéramos 50 mil ése día), para mí se trata de un mensaje, un grito de rebeldía, una esperanza, el rompimiento de esos muros tan tangibles e intangibles.


Al final acabamos rumiando algunos de estos pensamientos con churros del moro y café entre ésas calles del centro, al final será cierto que todo se banaliza? Hasta nosotros acabamos al final con playeras del evento, del chou. Que pensará el propio Waters sobre ello?...
ALL IN ALL IS JUST ANOTHER BRICK IN THE WALL.